Es un aceite de oliva virgen extra, que por la forma de producción viaja en el tiempo al siglo XIX por forma antigua de recolección, molturación y decantación dando un puro zumo de oliva, ya que es recogido bajo la luna llena en Octubre: Es la fase con más luz, las raíces crecen poco pero la hojas están en auge. El agua y la savia fluyen con fuerza por el tronco, las ramas y el follaje.
En Octubre es la primera cosecha, recolección temprana, ya que la aceituna genera las moléculas de aceite entre julio y diciembre en la mayoría de las variedades, después se produce una disminución de humedad en el fruto que, efectivamente, aumenta el rendimiento sobre húmedo pero no la cantidad de aceite sobre materia seca. Por ello conseguimos calidad, solera, tradición y modernidad, eso permite preservar la máxima calidad de este aceite y la mayor calidad final del zumo de aceituna.